Como ya he mencionado en algún que otro post, no hay mayor fuente de sabiduría que el viajar y estar en contacto con otras culturas, y en esta ocasión me ha permitido ser consciente del sensacionalismo con el que los medios de comunicación españoles impregnan cada una de las noticias que vemos diariamente. Me resulta tan contradictorio como absurdo el hecho de no poder decir una palabra malsonante durante el horario infantil, pero en cambio, parece no haber problema cuando a las 15:20 del mediodía, momento en el que millones de familias comparten las conversaciones compañeras de cualquier comida con las "impactantes" noticias que inundan los telediarios, las cámaras hacen un análisis exhaustivo de la extrema delgadez de los niños en África (en caso de ser plato principal de millones de moscas, más que mejor), buscan al yihadista con las manos más ensangrentadas o a la víctima siria que mejor refleje el paso de una guerra encarnizada.
Puesto que una imagen vale más que mil palabras, me gustaría plasmar esta entrada con una noticia que en pocas horas recorrió cada rincón del planeta: el asesinato en directo de dos periodistas estadounidenses por un ex-compañero de la cadena Virginia TV este pasado agosto. Si analizamos la noticia desde uno de los principales periódicos españoles, El País (por poner un ejemplo puesto que la gran mayoría muestran lo mismo) y el telediario de Antena 3, contrastando la noticia con su homóloga británica y estadounidense BBC News, podemos reafirmar la dureza de las imágenes en nuestro país.
Noticia desde los medios de comunicación españoles:
Periódico El País
Telediario Antena 3
Noticia desde los medios de comunicación anglosajones:
BBC News
Con todo ello no pretendo que se esconda una realidad que sabemos de antemano que existe, sino que se eviten imágenes desagradables cuyo fin es ganar cuota de pantalla o aumentar la tirada de los periódicos. ¿Acaso pierde calidad la noticia evitando la dureza de ver un asesinato en directo? ¿Qué telespectador disfruta de un sensacionalismo que lo único que consigue es hacernos inmunes ante la crueldad de dichas imágenes? Aunque parezca mentira, estamos más que habituados a ver asesinatos diariamente, niños muriéndose de hambre y llorando por un trozo de pan, cuerpos desintegrados en explosiones, sangre y más sangre, parece que la cantidad de sufrimiento de las imágenes marca la calidad de éstas, ¿cómo podemos consentir que incluso la televisión pública, aquella que pagamos con el dinero de todos pero que sólo algunos manipulan a su interés, se lucre detallando las desgracias que empañan la vida "feliz, rica y democrática" de los españoles?
Para concluir, solo pido un poco de coherencia en nuestros medios de comunicación, que la palabra "estúpido" no va a traumatizar más a un niño que la imagen de una persona muriendo en directo.
miércoles, 2 de septiembre de 2015
viernes, 24 de julio de 2015
Exprimiendo el jugo a una agricultura desconocida
Si de algo pecamos los almerienses, es de no tener conocimiento alguno sobre el motor de nuestra provincia: nuestra tierra. Todos sabemos que somos líderes en la producción de tomates y pepinos destinados a toda Europa, pero ¿qué hay detrás de todos estos titulares de periódico?. En pocas palabras, el esfuerzo y compromiso diario de un gran número de familias que viven por y para sus cultivos, como Lola Gómez, agricultora ejidense que si por algo realmente destaca es por su ambición a externalizar un sector del que solo conocemos su corteza, pero cuyos frutos constituyen mucho más que el alimento de millones de europeo; también la puerta de entrada para miles de inmigrantes que encuentran en la agricultura una primera oportunidad, la defensa de sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente y con la naturaleza del vegetal, la creación de un "bosque tropical" bajo plástico que ayuda a limpiar una atmósfera muy amenazada por los gases contaminante, así como a reducir la temperatura media gracias al blancor del plástico.
Sin andarme más por las ramas, me gustaría agradecer a Lola Gómez Ferrón su participación desinteresada en el vídeo para mi candidatura como Corresponsal Erasmus en Gante, pero sobre todo su labor comunicativa por mostrar a todo el mundo inclusive a los almerienses, la esencia de una agricultura no retransmitida por los medios de comunicación y cuya base es el sacrificio de las familias, el carácter redistributivo de la riqueza, las oportunidades ofrecidas en el mercado laboral y el origen de una de las dietas mejor valoradas internacionalmente, la dieta mediterránea.
Para más información sobre Clisol, echad un vistazo a su página, ¡muy recomendado!:
http://www.clisol.com/
https://www.youtube.com/watch?v=f2x3MX85m9Q
Sin andarme más por las ramas, me gustaría agradecer a Lola Gómez Ferrón su participación desinteresada en el vídeo para mi candidatura como Corresponsal Erasmus en Gante, pero sobre todo su labor comunicativa por mostrar a todo el mundo inclusive a los almerienses, la esencia de una agricultura no retransmitida por los medios de comunicación y cuya base es el sacrificio de las familias, el carácter redistributivo de la riqueza, las oportunidades ofrecidas en el mercado laboral y el origen de una de las dietas mejor valoradas internacionalmente, la dieta mediterránea.
Para más información sobre Clisol, echad un vistazo a su página, ¡muy recomendado!:
http://www.clisol.com/
https://www.youtube.com/watch?v=f2x3MX85m9Q
lunes, 20 de julio de 2015
Candidatura corresponsal Erasmus en Gante
Ya sí que sí, os presento el vídeo definitivo para mi candidatura como corresponsal Erasmus en Gante. Especial agradecimiento a todos aquellos que hicisteis posible este gran proyecto. Espero no que os guste, que os encante y nos vemos en Flandes! :D
https://www.youtube.com/watch?v=fZJKsI-xjqE
https://www.youtube.com/watch?v=fZJKsI-xjqE
viernes, 17 de julio de 2015
Empecemos por las tomas falsas...
Tras este gran parón debido a la larga época de exámenes, toca revivir mi blog con un toque de diversión que seguro no dejará indiferente a nadie.
Para aquellos que aún no lo sabíais, estas últimas semanas he estado impulsando un proyecto para, con un poco de suerte, protagonizar el próximo Corresponsal Erasmus en Flandes. Aún no voy a publicar el vídeo, pero sí las tomas falsas... Espero arrancaros alguna sonrisa que otra!
Para aquellos que aún no lo sabíais, estas últimas semanas he estado impulsando un proyecto para, con un poco de suerte, protagonizar el próximo Corresponsal Erasmus en Flandes. Aún no voy a publicar el vídeo, pero sí las tomas falsas... Espero arrancaros alguna sonrisa que otra!
domingo, 10 de mayo de 2015
¿Y si fuésemos nosotros los olvidados?
Un tal día como hoy del año 2012, domingo tranquilo y soleado, idóneo para pasar las horas muertas bajo el sol y la brisa marina o tomar una cervecita en cualquier terraza colindante al Mediterráneo, el sur de Europa continúa avanzando con pies de plomo por un sendero abrupto marcado por los vaivenes de una crisis cuyo fin se muestra distante, inimaginable.
Las portadas de los periódicos y los titulares de los telediarios destacan una situación tensa en los índices bursátiles de los países mediterráneos acompañado de una prima de riesgo al alza, sin encontrar un techo estable. Aunque estos datos macroeconómicos no son sino simples números para un pueblo azotado por una recesión de índole incomprensible. Sin embargo, detrás de cada cifra están reflejadas las circunstancias de millones de familias que a base de milagros logran pagar unas deudas insostenibles bajo la presión del que decíase tu amigo en tiempos de bonanza, pero ahora es el banquero de la barriada, marioneta de unos objetivos empresariales muy alejados de la realidad humana.
A pesar de la apacible serenidad que se respira en las plazas españolas, las Bolsas europeas gestan lo que será el inicio de una nueva etapa marcada por la conflictividad y el malestar. Los rumores de una Europa dividida por los intereses dispares de dos latitudes cada vez más alejadas, se aproximan a una realidad indeseable: la deriva del sur europeo en un inmenso mar de dudas. La inestable situación de la banca española acentuada por la nula actuación efectiva de las instituciones estatales, dio lugar a caídas vertiginosas del IBEX 35 acompañadas de grandes subidas de la prima de riesgo. La estabilidad económica es ya un hecho del pasado: los grandes fondos de inversión huyen con el fin de refugiarse en valores seguros, encontrando cobijo en los parqués alemanes y estadounidenses, las cajas de ahorro caen cual castillo de naipes arrastrando a los principales bancos españoles, los pánicos bancarios se muestran como parte de la rutina y la penuria de una población que ha perdido todos sus ahorros se refleja en cada calle.
Ante estos dramáticos sucesos, el Parlamento Europeo de Estrasburgo y el Consejo Europeo desde Bruselas, abrumados por las ayudas económicas exigidas por los gobiernos del sur, optan por tomar medidas drásticas: la salida de la UE de todo país incapaz de controlar las adversidades de una depresión nunca antes vista. Consecuencia de ello, Portugal, España, Italia, Grecia, Chipre, Malta, Croacia, Eslovenia, Rumanía y Bulgaria amanecerán en una atmósfera de desolación, impotencia y miseria. Miles de familias se hacinan en las calles víctimas de desahucios a la espera de la fundamental ayuda de las organizaciones no gubernamentales. El hambre, tras décadas de bienestar, vuelve a ser tema principal de los debates en el Congreso. La desesperación se apodera de cada rincón del país, brotando los actos vandálicos y el desprecio hacia una Europa que ha cerrado sus mercados a los países ex-comunitarios. La indignación se canaliza en la formación de partidos políticos radicales anti-europeistas cuyo único fin es acabar con las grandes potencias europeas, "autoras de la gran crisis que golpea con fuerza la cornisa mediterránea".
Las nuevas formaciones políticas, de ideología extremista, no tardarán en ocupar los gobiernos italianos, españoles, portugueses y griegos para emprender una guerra aduanera contra todo producto de la Europa septentrional: surge la Unión Europea Meridional. La guerra es inminente, los múltiples conflictos en aguas comunitarias, las trabas para cruzar las fronteras y las políticas de autosuficiencia cuyo objetivo es evitar toda mercancía extracomunitaria no hace sino agrandar unas tensiones políticas internacionales ya existentes desde el año 2008.
A finales del año 2013, la decisión del Parlamento Europeo de cerrar las fronteras comunitarias a cualquier persona o producto de origen sureño, constituyó la gota que colmó un vaso de rencor y resentimiento. Italia declara la guerra incondicional al país germano. El resto de la Unión Europea Meridional no tarda en sumarse a lo que algunos periódicos ya apuntan como la III Guerra Mundial. La antigua Unión Europea, ejemplo de cooperación, convivencia y desarrollo, se adentrará en una encarnizada lucha donde los únicos perdedores son los ciudadanos. Los países africanos y asiáticos ven en ésta una buena oportunidad para dar un empujón a sus economías mediante la venta de suministros básicos y armamentos. El viejo continente, tras casi un año de guerra, sufre un empobrecimiento insostenible, miles de personas sucumben ante la falta de alimento y millones fallecen en las filas de combate. El panorama es desolador, niños abandonados, ciudades devastadas y brotes de malaria, gripes y diarreas, consecuencias de un conflicto cuyo fin parece aún remoto.
Ante la desesperación y la falta de ayuda internacional, muchas familias encuentran en el mar su única válvula de escape. Las mafias se apoderan de un negocio muy atractivo y de grandes beneficios: hasta 10.000€ por trasladar a los exiliados europeos en pésimas condicionas a África o Asia, donde la paz y la posibilidad de llevar una vida digna empujan a millones de ciudadanos, mártires de un conflicto sin fundamentos, a jugarse sus vidas en un mar que pronto se teñirá de negro, fruto de los naufragios y cadáveres que ocupan las profundidades de las crueles aguas, barrera natural casi infranqueable. La avalancha de inmigrantes desemboca en políticas infrahumanas para evitar mediante todos los medios disponibles una lacra para los países desarrollados: el dar una segunda oportunidad a miles de europeos que lo han perdido todo, que se han jugado sus vidas para poder alimentar a sus familias, que han sufrido una guerra injusta de la cual ellos son solo víctimas, no protagonistas. Libia aprueba la ley Bossi-Fini que prohíbe a todo pescador prestar ayuda a las pateras de inmigrantes italianos; Mohamed VI de Marruecos autoriza las devoluciones en caliente en la frontera de Ceuta y Melilla, donde millones de españoles luchan por un plato de comida, así como dotar a la valla de cuchillas y acabar con los aglutinamientos de europeos a la espera del salto a la libertad; Bashar al-Asad desde Siria advierte sobre su negativa a la entrada de cualquier británico en sus fronteras y así sucesivamente, creando la desesperación de unos ciudadanos europeos cuya única esperanza se desvanece tragada por un mar que no entiende de sentimientos ni humanidad.
Hoy se cumplen tres semanas de una de las mayores tragedias ocurridas en la historia. Las aguas del Mar Mediterráneo arrebataron la vida a 800 personas de las cuales nunca sabremos sus nombres ni sus pasados, tan solo que son africanos y asiáticos, niños, hombres, mujeres y ancianos que vivieron condiciones tan extremas hasta verse obligados a arriesgar sus vidas sin contar con el apoyo de gobiernos europeos y, desgraciadamente, de millones de ciudadanos que, a pesar de la tragedia, los ven como enemigos invasores y no como víctimas de un mundo injusto pero viable para las grandes potencias económicas. Con todo ello quise exponer este ejemplo, quizá demasiado drástico pero no imposible, para contemplar las condiciones de estas personas desde una perspectiva diferente a la que los medios de comunicación nos acostumbran a enseñar. Dedico este post a aquellos 800 olvidados que nunca más volverán a ser portada de ningún telediario.
Las portadas de los periódicos y los titulares de los telediarios destacan una situación tensa en los índices bursátiles de los países mediterráneos acompañado de una prima de riesgo al alza, sin encontrar un techo estable. Aunque estos datos macroeconómicos no son sino simples números para un pueblo azotado por una recesión de índole incomprensible. Sin embargo, detrás de cada cifra están reflejadas las circunstancias de millones de familias que a base de milagros logran pagar unas deudas insostenibles bajo la presión del que decíase tu amigo en tiempos de bonanza, pero ahora es el banquero de la barriada, marioneta de unos objetivos empresariales muy alejados de la realidad humana.
A pesar de la apacible serenidad que se respira en las plazas españolas, las Bolsas europeas gestan lo que será el inicio de una nueva etapa marcada por la conflictividad y el malestar. Los rumores de una Europa dividida por los intereses dispares de dos latitudes cada vez más alejadas, se aproximan a una realidad indeseable: la deriva del sur europeo en un inmenso mar de dudas. La inestable situación de la banca española acentuada por la nula actuación efectiva de las instituciones estatales, dio lugar a caídas vertiginosas del IBEX 35 acompañadas de grandes subidas de la prima de riesgo. La estabilidad económica es ya un hecho del pasado: los grandes fondos de inversión huyen con el fin de refugiarse en valores seguros, encontrando cobijo en los parqués alemanes y estadounidenses, las cajas de ahorro caen cual castillo de naipes arrastrando a los principales bancos españoles, los pánicos bancarios se muestran como parte de la rutina y la penuria de una población que ha perdido todos sus ahorros se refleja en cada calle.
Ante estos dramáticos sucesos, el Parlamento Europeo de Estrasburgo y el Consejo Europeo desde Bruselas, abrumados por las ayudas económicas exigidas por los gobiernos del sur, optan por tomar medidas drásticas: la salida de la UE de todo país incapaz de controlar las adversidades de una depresión nunca antes vista. Consecuencia de ello, Portugal, España, Italia, Grecia, Chipre, Malta, Croacia, Eslovenia, Rumanía y Bulgaria amanecerán en una atmósfera de desolación, impotencia y miseria. Miles de familias se hacinan en las calles víctimas de desahucios a la espera de la fundamental ayuda de las organizaciones no gubernamentales. El hambre, tras décadas de bienestar, vuelve a ser tema principal de los debates en el Congreso. La desesperación se apodera de cada rincón del país, brotando los actos vandálicos y el desprecio hacia una Europa que ha cerrado sus mercados a los países ex-comunitarios. La indignación se canaliza en la formación de partidos políticos radicales anti-europeistas cuyo único fin es acabar con las grandes potencias europeas, "autoras de la gran crisis que golpea con fuerza la cornisa mediterránea".
Las nuevas formaciones políticas, de ideología extremista, no tardarán en ocupar los gobiernos italianos, españoles, portugueses y griegos para emprender una guerra aduanera contra todo producto de la Europa septentrional: surge la Unión Europea Meridional. La guerra es inminente, los múltiples conflictos en aguas comunitarias, las trabas para cruzar las fronteras y las políticas de autosuficiencia cuyo objetivo es evitar toda mercancía extracomunitaria no hace sino agrandar unas tensiones políticas internacionales ya existentes desde el año 2008.
A finales del año 2013, la decisión del Parlamento Europeo de cerrar las fronteras comunitarias a cualquier persona o producto de origen sureño, constituyó la gota que colmó un vaso de rencor y resentimiento. Italia declara la guerra incondicional al país germano. El resto de la Unión Europea Meridional no tarda en sumarse a lo que algunos periódicos ya apuntan como la III Guerra Mundial. La antigua Unión Europea, ejemplo de cooperación, convivencia y desarrollo, se adentrará en una encarnizada lucha donde los únicos perdedores son los ciudadanos. Los países africanos y asiáticos ven en ésta una buena oportunidad para dar un empujón a sus economías mediante la venta de suministros básicos y armamentos. El viejo continente, tras casi un año de guerra, sufre un empobrecimiento insostenible, miles de personas sucumben ante la falta de alimento y millones fallecen en las filas de combate. El panorama es desolador, niños abandonados, ciudades devastadas y brotes de malaria, gripes y diarreas, consecuencias de un conflicto cuyo fin parece aún remoto.
Ante la desesperación y la falta de ayuda internacional, muchas familias encuentran en el mar su única válvula de escape. Las mafias se apoderan de un negocio muy atractivo y de grandes beneficios: hasta 10.000€ por trasladar a los exiliados europeos en pésimas condicionas a África o Asia, donde la paz y la posibilidad de llevar una vida digna empujan a millones de ciudadanos, mártires de un conflicto sin fundamentos, a jugarse sus vidas en un mar que pronto se teñirá de negro, fruto de los naufragios y cadáveres que ocupan las profundidades de las crueles aguas, barrera natural casi infranqueable. La avalancha de inmigrantes desemboca en políticas infrahumanas para evitar mediante todos los medios disponibles una lacra para los países desarrollados: el dar una segunda oportunidad a miles de europeos que lo han perdido todo, que se han jugado sus vidas para poder alimentar a sus familias, que han sufrido una guerra injusta de la cual ellos son solo víctimas, no protagonistas. Libia aprueba la ley Bossi-Fini que prohíbe a todo pescador prestar ayuda a las pateras de inmigrantes italianos; Mohamed VI de Marruecos autoriza las devoluciones en caliente en la frontera de Ceuta y Melilla, donde millones de españoles luchan por un plato de comida, así como dotar a la valla de cuchillas y acabar con los aglutinamientos de europeos a la espera del salto a la libertad; Bashar al-Asad desde Siria advierte sobre su negativa a la entrada de cualquier británico en sus fronteras y así sucesivamente, creando la desesperación de unos ciudadanos europeos cuya única esperanza se desvanece tragada por un mar que no entiende de sentimientos ni humanidad.
Hoy se cumplen tres semanas de una de las mayores tragedias ocurridas en la historia. Las aguas del Mar Mediterráneo arrebataron la vida a 800 personas de las cuales nunca sabremos sus nombres ni sus pasados, tan solo que son africanos y asiáticos, niños, hombres, mujeres y ancianos que vivieron condiciones tan extremas hasta verse obligados a arriesgar sus vidas sin contar con el apoyo de gobiernos europeos y, desgraciadamente, de millones de ciudadanos que, a pesar de la tragedia, los ven como enemigos invasores y no como víctimas de un mundo injusto pero viable para las grandes potencias económicas. Con todo ello quise exponer este ejemplo, quizá demasiado drástico pero no imposible, para contemplar las condiciones de estas personas desde una perspectiva diferente a la que los medios de comunicación nos acostumbran a enseñar. Dedico este post a aquellos 800 olvidados que nunca más volverán a ser portada de ningún telediario.
![]() |
Inmigrantes africanos en las costas de Motril, 7 de enero del 2014. |
domingo, 26 de abril de 2015
¿Dónde quedó el respeto y el civismo en España?
Siendo el viajar mi mayor afición, pocos defectos puedo sacarle, aunque desgraciadamente uno de ellos son las inevitables comparaciones con tu país de origen, España, y en el tema que quiero tocar hoy nos llevan años (o décadas) de ventaja.
Como muchos de vosotros ya sabéis, una de las experiencias que marcaron un antes y un después en mi vida fue mi estancia en la nación de los kilts, los vikingos, los monstruos mitológicos y los héroes históricos como William Wallace. De ellos aprendí muchísimo, y no solo de su lengua, que era mi principal objetivo (el inglés, aquel gran desconocido para los españoles...) sino también de sus costumbres, su civismo, su organización y orden social y su concepción de "gran familia" donde el respeto es lo que impera. Simples gestos que para ellos forman parte del día a día, yo los percibía como una nueva tarea más que singular: agradecer al chófer del autobús el agradable viaje tras abandonar el vehículo, ceder el paso y, en caso de que alguien tenga intención de salir por la misma puerta (aunque esté a 200 metros, lo que acaba siendo bastante coñazo) esperar con ésta abierta invitando a pasar, hacer del "please" y "thanks" los vocablos más utilizados del idioma anglosajón, sustituir el "quiero un café con leche" por un cortés "I would like to take a cup of coffee, PLEASE", agradecer incluso al vendedor ambulante o acompañar el "no" de un "sorry" para suavizar la situación en vez del típico rechazo español acompañado de un gesto arrogante que solo refleja un desprecio injustificable hacia aquel que no ha gozado de las mismas oportunidades.
En un primer momento, esta actitud me parecía un juego algo bobo que al fin y al cabo resultaba una tonta pérdida de tiempo, sin embargo, cuando aprendes a convivir en el respeto y la cordialidad, las obligaciones diarias se hacen más amenas. Que los desconocidos te reciban con una sonrisa y se preocupen por tu comodidad allí adonde vayas, que por mucha prisa que tengan siempre se paren en el paso de peatones y no debas jugarte la vida para llegar al otro lado de la calle, que no te encuentres ni un solo papel (y mucho menos un excremento de perro o un chicle) y traten la calle con la misma delicadeza que de puertas adentro dice mucho de una sociedad en la que lo común cobra más importancia que lo propio, y es que se basan en una percepción tan lógica como el pensar que tú vas a vivir mejor sabiendo que tus vecinos también se sienten a gusto. ¿A quién le gustaría tener una gran mansión con su piscina y todo tipo de lujos en Burkina Faso? Probablemente algunos no lo pensarían dos veces, pero no creo que sea agrado de nadie salir a comprar el pan y encontrarse a niños pidiendo algo para meterse en la boca, familias viviendo en la puerta de tu casa, gente enferma buscando desesperadamente a quien los atienda, etc. Sé que este ejemplo es bastante drástico, pero puede servir como método para entender aquella filosofía de "dime qué siembras y te diré qué recoges", tan bien implantada en los países nórdicos.
Para finalizar este post, propongo sembrar un poquito de respeto y así ver en un futuro los primeros brotes verdes de una tierra árida por falta de civismo.
Como muchos de vosotros ya sabéis, una de las experiencias que marcaron un antes y un después en mi vida fue mi estancia en la nación de los kilts, los vikingos, los monstruos mitológicos y los héroes históricos como William Wallace. De ellos aprendí muchísimo, y no solo de su lengua, que era mi principal objetivo (el inglés, aquel gran desconocido para los españoles...) sino también de sus costumbres, su civismo, su organización y orden social y su concepción de "gran familia" donde el respeto es lo que impera. Simples gestos que para ellos forman parte del día a día, yo los percibía como una nueva tarea más que singular: agradecer al chófer del autobús el agradable viaje tras abandonar el vehículo, ceder el paso y, en caso de que alguien tenga intención de salir por la misma puerta (aunque esté a 200 metros, lo que acaba siendo bastante coñazo) esperar con ésta abierta invitando a pasar, hacer del "please" y "thanks" los vocablos más utilizados del idioma anglosajón, sustituir el "quiero un café con leche" por un cortés "I would like to take a cup of coffee, PLEASE", agradecer incluso al vendedor ambulante o acompañar el "no" de un "sorry" para suavizar la situación en vez del típico rechazo español acompañado de un gesto arrogante que solo refleja un desprecio injustificable hacia aquel que no ha gozado de las mismas oportunidades.
En un primer momento, esta actitud me parecía un juego algo bobo que al fin y al cabo resultaba una tonta pérdida de tiempo, sin embargo, cuando aprendes a convivir en el respeto y la cordialidad, las obligaciones diarias se hacen más amenas. Que los desconocidos te reciban con una sonrisa y se preocupen por tu comodidad allí adonde vayas, que por mucha prisa que tengan siempre se paren en el paso de peatones y no debas jugarte la vida para llegar al otro lado de la calle, que no te encuentres ni un solo papel (y mucho menos un excremento de perro o un chicle) y traten la calle con la misma delicadeza que de puertas adentro dice mucho de una sociedad en la que lo común cobra más importancia que lo propio, y es que se basan en una percepción tan lógica como el pensar que tú vas a vivir mejor sabiendo que tus vecinos también se sienten a gusto. ¿A quién le gustaría tener una gran mansión con su piscina y todo tipo de lujos en Burkina Faso? Probablemente algunos no lo pensarían dos veces, pero no creo que sea agrado de nadie salir a comprar el pan y encontrarse a niños pidiendo algo para meterse en la boca, familias viviendo en la puerta de tu casa, gente enferma buscando desesperadamente a quien los atienda, etc. Sé que este ejemplo es bastante drástico, pero puede servir como método para entender aquella filosofía de "dime qué siembras y te diré qué recoges", tan bien implantada en los países nórdicos.
Para finalizar este post, propongo sembrar un poquito de respeto y así ver en un futuro los primeros brotes verdes de una tierra árida por falta de civismo.
viernes, 24 de abril de 2015
Aulago, un pueblo anclado en el pasado
Fanáticos de la naturaleza perfumada de tomillo, de la tranquilidad hasta el punto de perder la cobertura, de las comidas tradicionales ideales para entrar en calor y de las casas rurales de muros de piedra y grandes chimeneas, este es vuestro post, un post que abre una nueva categoría para todos aquellos interesados en conocer un poco más la provincia de Almería, refugio de pequeños pueblos aislados entre el caprichoso relieve escarpado de nuestras sierras; de calas insólitas y vírgenes que mantienen un estrecho contacto con gran variedad de aves, peces a cual más colorido, corales y pitas, principales nativos de una tierra aún no invadida por el ladrillo; y de grandes monumentos que marcan la historia de una ciudad caracterizada por la mezcla cultural y la convivencia religiosa.
Y es Aulago el pueblo que mejor retrata la tradición y cultura de la España profunda, con fiestas centenarias que, año tras año, se celebran de forma sagrada. A decir, las procesiones de Semana Santa que conviven con el vandalismo característico de la "Noche de los Huesos" (a la que dedicaré un post y así explicar todo el misterio que la rodea), las romerías por San Antonio que dan la bienvenida a la etapa estival y las celebraciones por San Francisco, que cubren al pueblo de un blanco embaucador cuyo fin es disimular las asperezas que el paso del tiempo no perdona.
Aunque la calle no solo se vive en fiestas, sino que es hogar de reuniones vecinales diarias. Cualquier excusa es válida con tal de pasar un buen rato al frescor de la brisa de las altas cumbres de los Filabres, sierra que alberga los gigantes ojos expectantes del espacio, el observatorio del Calar Alto, santuario de todo astrónomo.
Para finalizar este post, adjunto unas fotos que retratan a la perfección la esencia de este paraje anclado en el pasado.
Para más información:
http://www.gergal.net/anejos/aulago.html
Y es Aulago el pueblo que mejor retrata la tradición y cultura de la España profunda, con fiestas centenarias que, año tras año, se celebran de forma sagrada. A decir, las procesiones de Semana Santa que conviven con el vandalismo característico de la "Noche de los Huesos" (a la que dedicaré un post y así explicar todo el misterio que la rodea), las romerías por San Antonio que dan la bienvenida a la etapa estival y las celebraciones por San Francisco, que cubren al pueblo de un blanco embaucador cuyo fin es disimular las asperezas que el paso del tiempo no perdona.
Aunque la calle no solo se vive en fiestas, sino que es hogar de reuniones vecinales diarias. Cualquier excusa es válida con tal de pasar un buen rato al frescor de la brisa de las altas cumbres de los Filabres, sierra que alberga los gigantes ojos expectantes del espacio, el observatorio del Calar Alto, santuario de todo astrónomo.
Para finalizar este post, adjunto unas fotos que retratan a la perfección la esencia de este paraje anclado en el pasado.
Vista de Aulago desde el único acceso al pueblo |
Procesión de El Encuentro, Domingo de Ramos |
Vecina cocinando el plato típico de días lluviosos, migas, al calor de la chimenea |
Deberes del día a día |
![]() |
Sendero hacia el Dique |
![]() |
Dique de Aulago |
![]() |
Paso del invierno por Aulago |
Romería de San Antonio, Arroyo |
Arroyo |
Entrada del pueblo |
http://www.gergal.net/anejos/aulago.html
Etiquetas:
Almería,
Aulago,
Calar Alto,
España,
Filabres,
pueblo de montaña,
Rincones de Almería,
tradición
Ubicación:
04549 Aulago, Almería, España
lunes, 20 de abril de 2015
Economía ética
Como estudiante de economía, no resulta tarea complicada el descubrir por dónde pierde aguas nuestro grado, y uno de estas grietas es crear los valores necesarios más que indispensables para tomar las riendas del sistema económico de cualquier país.
¿Es el capitalismo el sistema ideal? A pesar del desarrollo obtenido en las últimas décadas, la realidad muestra que dicha evolución ha asentado sus bases en una excesiva competitividad entre países, regiones, empresas y, al fin y al cabo, individuos. No tacho la competitividad y superación como defecto del sistema, pero sí cuando éstas se interponen a valores fundamentales como el respeto, la honradez, la colaboración mutua, etc. Forma parte de nuestra rutina los malos roces entre compañeros de trabajo por conseguir un ascenso, el afán por rebasar al colega de clase por tal de un par de décimas o las discusiones entre propios hermanos por una simple herencia, que muy habitualmente acaban en situaciones más que indeseadas. La cuestión reside en si el capitalismo favorece el ansia de poder ante todo y todos, corrompiendo a la persona sincera y bondadosa y promocionando al pícaro (más que inteligente) que sabe sacar provecho de la condición humana y jugar sus cartas para asegurar el control sobre el resto.
Sin embargo, el hecho de que muchas empresas concurran exitosamente en el mercado en sintonía con el Estado de Bienestar, el respeto medioambiental y los derechos de los trabajadores, entre otros, confirma que, a falta de un sistema económico alternativo viable, el capitalismo permite actuar moralmente sin acabar en bancarrota.
Todo este razonamiento me lleva a preguntar si no sería primordial una asignatura cuyos fundamentos radicasen en la cooperación y apoyo mutuo como motores de empuje económico, que fomentase una actuación económica responsable para poner fin a la avaricia, principal "valor" humano. Nosotros, futuros economistas, quizá responsables del progreso de una nación o una gran empresa, deberíamos ser formados bajo dicha ética, mediante una asignatura, por ejemplo, llamada economía ética.
¿Es el capitalismo el sistema ideal? A pesar del desarrollo obtenido en las últimas décadas, la realidad muestra que dicha evolución ha asentado sus bases en una excesiva competitividad entre países, regiones, empresas y, al fin y al cabo, individuos. No tacho la competitividad y superación como defecto del sistema, pero sí cuando éstas se interponen a valores fundamentales como el respeto, la honradez, la colaboración mutua, etc. Forma parte de nuestra rutina los malos roces entre compañeros de trabajo por conseguir un ascenso, el afán por rebasar al colega de clase por tal de un par de décimas o las discusiones entre propios hermanos por una simple herencia, que muy habitualmente acaban en situaciones más que indeseadas. La cuestión reside en si el capitalismo favorece el ansia de poder ante todo y todos, corrompiendo a la persona sincera y bondadosa y promocionando al pícaro (más que inteligente) que sabe sacar provecho de la condición humana y jugar sus cartas para asegurar el control sobre el resto.
Sin embargo, el hecho de que muchas empresas concurran exitosamente en el mercado en sintonía con el Estado de Bienestar, el respeto medioambiental y los derechos de los trabajadores, entre otros, confirma que, a falta de un sistema económico alternativo viable, el capitalismo permite actuar moralmente sin acabar en bancarrota.
Todo este razonamiento me lleva a preguntar si no sería primordial una asignatura cuyos fundamentos radicasen en la cooperación y apoyo mutuo como motores de empuje económico, que fomentase una actuación económica responsable para poner fin a la avaricia, principal "valor" humano. Nosotros, futuros economistas, quizá responsables del progreso de una nación o una gran empresa, deberíamos ser formados bajo dicha ética, mediante una asignatura, por ejemplo, llamada economía ética.
domingo, 19 de abril de 2015
Los griegos son humanos, no cifras económicas
Hace un par de meses, cuando Grecia era portada de todos los periódicos y Tsipras el gran temor de la Eurozona, mostraba mi indignación ante la frialdad y la facilidad con la que muchas personas hablan sobre la crisis griega. Actualmente, la presión del FMI y la Troika sobre el país heleno sigue desgraciadamente a la orden del día, es por ello que quiero hacer un recordatorio de aquella crítica para volver a ser un poco más humanos y abandonar nuestro lado más "sistemático".
A veces abrir un periódico o escuchar hablar a ciertas personas es más doloroso que un buen puñetazo en la sien. Nos llena la boca decir con total soltura "hay que echar ya a los griegos de la UE, no producen nada" y yo me pregunto ¿Esa es excusa para dejar a 11 millones de personas navegar a la deriva? ¿En qué mundo vivimos si damos más importancia a los números que a las personas que están detrás de ellos? Parece mentira que vivamos en el siglo XXI, que reivindiquemos a gritos nuestras libertades y nos quejemos de la crisis de valores a la vez que desprestigiamos una nación de la que podemos aprender muchísimo de su cultura y sociedad.
El sistema económico, creado por y para el bienestar general, se está convirtiendo en nuestro opresor, causante del asfixie de pueblos enteros que ven como día a día, por poder pagar una deuda cuyos autores mejor no mencionemos, observan con impotencia cómo prestaciones tan básicas como el derecho a la sanidad o la educación están siendo aniquiladas. Y nosotros, los compatriotas europeos, vemos como solución echar a Grecia, que toda esa gente caiga en lo que podría ser un precipicio sin fin. ¿Nadie se da cuenta de que la deuda española es de un 97% del PIB? Harían falta AÑOS para pagar tal cuantía, años de recortes, años de empeoramiento de calidad de vida, y es oír a cualquier partido las palabras "reestructuración o condonación de la deuda" y echamos a temblar.
Somos HUMANOS no máquinas de producción y como tales debemos exigir que tanto la política como la economía luchen por unas prestaciones básicas y dignas dirigidas al ciudadano. No estamos al servicio de Merkel ni de los mercados, somos mucho más que eso. Valores como la humildad, la tolerancia, la humanidad, el respeto no tienen valor económico y son justo éstos los que debemos mostrar ahora más que nunca, arrimar el hombro a aquel que lo necesite porque mañana podemos estar nosotros en su lugar.
Con todo ello intento plasmar en palabras un grito de desesperación por recuperar todo lo que el sistema está erosionando sin prisa, pero sin pausa. Para hablar con criterio, empecemos a pensar un poco más en las personas y menos en los datos económicos, y esto lo dice un estudiante de economía.
A veces abrir un periódico o escuchar hablar a ciertas personas es más doloroso que un buen puñetazo en la sien. Nos llena la boca decir con total soltura "hay que echar ya a los griegos de la UE, no producen nada" y yo me pregunto ¿Esa es excusa para dejar a 11 millones de personas navegar a la deriva? ¿En qué mundo vivimos si damos más importancia a los números que a las personas que están detrás de ellos? Parece mentira que vivamos en el siglo XXI, que reivindiquemos a gritos nuestras libertades y nos quejemos de la crisis de valores a la vez que desprestigiamos una nación de la que podemos aprender muchísimo de su cultura y sociedad.
El sistema económico, creado por y para el bienestar general, se está convirtiendo en nuestro opresor, causante del asfixie de pueblos enteros que ven como día a día, por poder pagar una deuda cuyos autores mejor no mencionemos, observan con impotencia cómo prestaciones tan básicas como el derecho a la sanidad o la educación están siendo aniquiladas. Y nosotros, los compatriotas europeos, vemos como solución echar a Grecia, que toda esa gente caiga en lo que podría ser un precipicio sin fin. ¿Nadie se da cuenta de que la deuda española es de un 97% del PIB? Harían falta AÑOS para pagar tal cuantía, años de recortes, años de empeoramiento de calidad de vida, y es oír a cualquier partido las palabras "reestructuración o condonación de la deuda" y echamos a temblar.
Somos HUMANOS no máquinas de producción y como tales debemos exigir que tanto la política como la economía luchen por unas prestaciones básicas y dignas dirigidas al ciudadano. No estamos al servicio de Merkel ni de los mercados, somos mucho más que eso. Valores como la humildad, la tolerancia, la humanidad, el respeto no tienen valor económico y son justo éstos los que debemos mostrar ahora más que nunca, arrimar el hombro a aquel que lo necesite porque mañana podemos estar nosotros en su lugar.
Con todo ello intento plasmar en palabras un grito de desesperación por recuperar todo lo que el sistema está erosionando sin prisa, pero sin pausa. Para hablar con criterio, empecemos a pensar un poco más en las personas y menos en los datos económicos, y esto lo dice un estudiante de economía.
Últimas noticias sobre Grecia:
http://www.libremercado.com/2015-04-15/varufakis-se-reunira-con-uno-de-los-mayores-expertos-en-reestructuraciones-de-deuda-1276545635/Una introducción a mi yo
Si hay algo que verdaderamente me apasiona, es romper la rutina, cosa que hoy he cumplido adentrándome en el mundo bloguero. Tras varios meses rondándome la idea de crear una pequeña comunidad para canalizar todos mis pensamientos, experiencias y sucesos del día a día, llegué a la conclusión que no había mejor manera que con mi propio blog.
Medio economista frustrado, crítico en el ámbito socio-político e intento de trotamundos, resumen en pocas palabras aquello que me mueve a escribir y compartir cualquier vivencia, análisis personal u opinión que despierte la curiosidad por descubrir un poco más sobre mí, un pequeño hombre insignificante en este inmenso mundo pero con grandes ideas gestándose que espero lleguen a muchos lectores.
¿Y por qué un 16 de abril de 2015 me decidí a abrir este rinconcito en la gran red? La razón principal ha sido una simple charla, corta pero intensa, llena de motivación y fuerza para gritar al universo por qué luchamos y qué queremos conseguir. Y es que la felicidad se resume en esos momentos, en las conversaciones que hacen perder la noción del tiempo y te empujan a seguir un sueño, las canciones que desbordan tu interior de motivación y ganas de plasmar tus sentimientos en el papel, las profundas discusiones entre cervezas de imposibles conclusiones concretas, las reflexiones que nublan la vista y te trasladan a la exclusiva dimensión de la que solo tú tienes la llave, etcétera.
Por ello en mi primer post me gustaría agradecer a Gay de Liébana su pasión transmitida durante uno de esos discursos que sabes de antemano serán difíciles (por no decir imposibles) de olvidar. El gran economista de reconocimiento internacional, tras una visión realista y un tanto pesimista de la situación española actual, no pudo concluir de mejor manera que alentando a la juventud a que alzase la voz ante las injusticias acometidas... ¿y que mejor plataforma que nuestro aliado y a la vez enemigo Internet?
Dicho esto y sin mas rodeos, desearía despertar el interés de todas esas personas que, al igual que yo, se sienten a veces incomprendidas, ansiosas por ser escuchadas o simplemente quieran sacar provecho de ese gran don humano llamado comunicación, mostrando toda su creatividad y poder de crítica incalculable y juntos aportar nuestro granito de arena, quizá al cabo de los años, el germen de una gran montaña.
Medio economista frustrado, crítico en el ámbito socio-político e intento de trotamundos, resumen en pocas palabras aquello que me mueve a escribir y compartir cualquier vivencia, análisis personal u opinión que despierte la curiosidad por descubrir un poco más sobre mí, un pequeño hombre insignificante en este inmenso mundo pero con grandes ideas gestándose que espero lleguen a muchos lectores.
¿Y por qué un 16 de abril de 2015 me decidí a abrir este rinconcito en la gran red? La razón principal ha sido una simple charla, corta pero intensa, llena de motivación y fuerza para gritar al universo por qué luchamos y qué queremos conseguir. Y es que la felicidad se resume en esos momentos, en las conversaciones que hacen perder la noción del tiempo y te empujan a seguir un sueño, las canciones que desbordan tu interior de motivación y ganas de plasmar tus sentimientos en el papel, las profundas discusiones entre cervezas de imposibles conclusiones concretas, las reflexiones que nublan la vista y te trasladan a la exclusiva dimensión de la que solo tú tienes la llave, etcétera.
Por ello en mi primer post me gustaría agradecer a Gay de Liébana su pasión transmitida durante uno de esos discursos que sabes de antemano serán difíciles (por no decir imposibles) de olvidar. El gran economista de reconocimiento internacional, tras una visión realista y un tanto pesimista de la situación española actual, no pudo concluir de mejor manera que alentando a la juventud a que alzase la voz ante las injusticias acometidas... ¿y que mejor plataforma que nuestro aliado y a la vez enemigo Internet?
Dicho esto y sin mas rodeos, desearía despertar el interés de todas esas personas que, al igual que yo, se sienten a veces incomprendidas, ansiosas por ser escuchadas o simplemente quieran sacar provecho de ese gran don humano llamado comunicación, mostrando toda su creatividad y poder de crítica incalculable y juntos aportar nuestro granito de arena, quizá al cabo de los años, el germen de una gran montaña.
Un mundo de "causalidencias"
Quizá muchos de vosotros os hayáis preguntado al ojear mi blog qué quiere decir "causalidencia". La palabra tiene su historia y forma parte de mi día a día, es por esto que quise concederle el honor de ser mi símbolo indentificativo en la gran red.
Hace ya unos cuantos años, en mis primeros pinitos como hispanohablante, entender el "manuelense" no era tarea fácil para todo aquel que me rodeaba. Tendía a inventar palabras y formar nuevas de las ya existentes, así surgió la palabra "casualidencia", una mezcla de "casualidad" y "coincidencia". Me imagino que en esos momentos pensaría ¿por qué usar dos palabras totalmente iguales cuando podemos transformarla en una? y así hice.
Con el paso de los años, una de esas conversaciones intensas entre cervezas que tanto me gustan desembocaron en las caprichosas casualidades de la vida, que aunque no dejan de ser casualidades, parecen tener un objetivo a cumplir, como si quisieran llevarte a un determinado lugar, en el momento adecuado y en muchas ocasiones con la persona perfecta, en definitivas cuentas, parecen tener una causa.
¿Cómo describir esa sensación extraña en la que las coincidencias llegan justo cuando más las esperas, como si estuviesen predestinadas, esperando las condiciones idóneas? En una palabra, "causalidencias".
"En aquella época encontré un extraño refugio. Por casualidad, como suele decirse. Pero esas casualidades no existen. Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y no lo encuentra, no es la casualidad la que se lo proporciona , sino él mismo. El propio deseo y la propia necesidad conducen a ello." Hermann Hesse
Hace ya unos cuantos años, en mis primeros pinitos como hispanohablante, entender el "manuelense" no era tarea fácil para todo aquel que me rodeaba. Tendía a inventar palabras y formar nuevas de las ya existentes, así surgió la palabra "casualidencia", una mezcla de "casualidad" y "coincidencia". Me imagino que en esos momentos pensaría ¿por qué usar dos palabras totalmente iguales cuando podemos transformarla en una? y así hice.
Con el paso de los años, una de esas conversaciones intensas entre cervezas que tanto me gustan desembocaron en las caprichosas casualidades de la vida, que aunque no dejan de ser casualidades, parecen tener un objetivo a cumplir, como si quisieran llevarte a un determinado lugar, en el momento adecuado y en muchas ocasiones con la persona perfecta, en definitivas cuentas, parecen tener una causa.
¿Cómo describir esa sensación extraña en la que las coincidencias llegan justo cuando más las esperas, como si estuviesen predestinadas, esperando las condiciones idóneas? En una palabra, "causalidencias".
"En aquella época encontré un extraño refugio. Por casualidad, como suele decirse. Pero esas casualidades no existen. Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y no lo encuentra, no es la casualidad la que se lo proporciona , sino él mismo. El propio deseo y la propia necesidad conducen a ello." Hermann Hesse
Suscribirse a:
Entradas (Atom)